Historia de
vida
Eduardo
Flores y su granito de arena para erradicar la pobreza en nuestro país
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foto: Jefferson Marino |
Qué se
siente ser un voluntario de Techo para mi País
Eduardo flores tiene 19 años, es un joven como mucho de nosotros.
Estudia en la Universidad del Pacífico
la carrera de Administración, pero
quiere cambiarse a Economía. Es un chico muy responsable con sus estudios,
tiene días muy agitados llenos de trabajos, exámenes, noches de desvelos
con muchas separatas que leer y ejercicios por resolver. También tiene muchos amigos,
fiestas, una enamorada, familia. Sin embargo hay algo que lo
distingue de los demás, él: anhela vivir en un Perú sin pobreza y al cambiarse
de carrera está dispuesto a hacer algo por la mejora de la economía en nuestro
país. Aunque suene un poco fantasioso, el lo anhela.
Desde sus años de colegial se ha interesado en ayudar a los más
necesitados, en su colegio pertenecía al grupo que visitaba aldeas infantiles. Ahora en el 2012, Eduardo es voluntario de la
organización Un techo para mi país,
comenzó construyendo desde el 2010 y en la actualidad pertenece al equipo, lo
hace porque desea un país sin pobreza y principalmente sin diferencias. A él le
gusta pertenecer a esta organización, porque no solo brindan compañía a las
personas que ayudan, sino que les brindan un hogar, además que los voluntarios
y los dueños de las futuras casa participan en la construcción, compartiendo
momentos gratos.
Se levanta todos los domingos a
las seis de la mañana para partir hacia los asentamientos humanos en busca de
familias que necesitan ayuda y sobre todo un hogar. También va a completar
algunas construcciones inconclusas A pesar de que haber regresado muy tarde de
estudiar o de una fiesta, él está de regreso a la casa alrededor de las cuatro
o cinco de la tarde ya sea para relajarse o continuar con sus labores estudiantiles,
no se siente cansado. Al contrario ayudar lo mantiene relajado y sobre todo
feliz, mencionó Mónica Flores su hermana mayor.
“Lo que más admiro de Eduardo es que no solo asiste a las
construcciones que se dan en determinadas fechas por cinco o siete días, sino que se ha comprometido en ser parte del área de detección y
asignación, que consiste en encuestar todos los domingos a familias en los
asentamientos humanos para ver si
realmente necesitan ser apoyados por la organización”, dijo Jefferson Marino,
amigo de Eduardo y voluntario de un techo para mi país.
En una oportunidad Eduardo fue elegido jefe de cuadrilla gracias a su
responsabilidad constante. El trabajo en
Techo para mi país con respecto a las construcciones, funciona así: se divide
en escuelas, cada escuela tiene un jefe , cuentan también con un
intendente que se encarga de la
preparación de la comida para los voluntarios y la limpieza de las escuelas en
las que se instalan los voluntarios; así mismo tienen una cuadrilla la cual
está encargada de las construcciones y de los voluntarios que construyen. Eduardo
fue jefe de una de las cuadrillas en la cual se desempeño correctamente,
motivó cada momento a sus compañeros,
demostró responsabilidad y ganas de apoyar a las familias que tenía a
cargo.
Los amigos de Eduardo lo admiran y lo están incentivando a que
pertenezca a la Mesa de Trabajo de la
organización. La Mesa de Trabajo es una reunión semanal en la cual los líderes comunitarios y voluntarios
dialogan. Lo que se realiza en la Mesa de trabajo son las actividades para mejorar la educación, salud,
trabajo de los pobladores.
Eduardo se está interesando por ingresar a ser parte de este equipo, y
sé que en algún momento estará compartiendo sus ideas tan interesantes en la
Mesa de Trabajo, aclaró Jefferson Marino.
En un futuro no muy lejano, Eduardo será uno de los grandes líderes de
Un techo para mi país; así mismo apoyará a otras organizaciones con sus ideas y
si llega a estudiar economía, será un gran economista que ayudará a erradicar
la pobreza en el Perú de una mejor manera, afirma Mónica Flores, hermana mayor
de Eduardo.
Eduardo sacrifica muchas cosas, podrá estar cansado, pero lo que lo
mantiene en pie y feliz es seguir apoyando con perseverancia en un techo para
mi país, para así comenzar a realizar lo que tanto anhela, un Perú sin pobreza
y sin diferencias.
Eduardo
Flores habla de su experiencia en Un techo para mi País.
El objetivo es ayudar a
mejorar la calidad de vida de los más necesitados
Aunque solo suene como
un sueño, estoy dispuesto a encontrar la manera de mejorar nuestra economía
Eduardo flores es estudiante de la carrera de administración y
al mismo tiempo voluntario de un Techo
Para mi país desde el 2010, en la
actualidad no solamente es voluntario; sino que pertenece al equipo de
detección y asignación de la organización. Por medio de su trabajo en Techo
pretende ayudar en la erradicación de la pobreza e indiferencia en nuestro
país. Su plan en el futuro es llegar a ser economista y tener su propia
empresa con la cual apoye a los más necesitados.
En esta pequeña entrevista menciona lo que realiza en la Organización
“Un Techo para mi País”, habla también
de lo importante que es poder ayudar a las personas con menos recursos
económicos ,además cuenta lo que desea para el Perú y sobre las actividades que
realiza como voluntario.
Primero quiero preguntarte acerca de tu vida como estudiante, ¿Por qué
has tomado la decisión de cambiarte a la carrera de economía?
Quiero cambiarme porque me gusta mucho saber sobre
el estado económico del Perú y el Mundo, sabemos que la economía de nuestro
país no es la adecuada y existen personas muy pobres y reina la desigualdad. Lo
que más me importa de estudiar economía es encontrar la manera de realizar
proyectos para erradicar la pobreza y desigualdad del Perú, aunque solo suene
como un sueño, estoy dispuesto a encontrar la manera de mejorar nuestra
economía; estoy empezando a ayudar formando parte de Un
Techo para mi País.
¿Qué fue lo que te impulsó a participar como voluntario en esta organización?
Como ya mencioné, estoy muy
interesado en encontrar la manera de disminuir la pobreza y la desigualdad en
nuestro País, esto es lo que me ha impulsado a pertenecer a este gran equipo de
voluntarios que es Techo para mi País , de esta manera puedo apoyar y brindar
alegría; no será ayuda con dinero , pero de algo se comienza.
Hablemos de la gran experiencia en Techo para mi País, ¿Principalmente
qué realizas en la organización? Como todo voluntario de esta
organización, el objetivo es ayudar a mejorar la calidad de vida de los más
necesitados, mediante la construcción de viviendas. Actualmente soy parte del
equipo de detección y asignación. En esta área nos encargamos de elegir a las
familias que necesitan en verdad nuestra ayuda y si aceptan las condiciones
procedemos a ayudar. Los miembros de esta área todos los domingos a partir de
las ocho de la mañana hasta
aproximadamente tres o cuatro de la tarde vamos a los asentamientos humanos a
buscar nuevas familias que necesitan de nuestro apoyo.
¿En el futuro pretendes seguir
en la organización, quisieras ocupar un puesto superior?
Sí planeo seguir apoyando en la organización, pero quisiera encargarme
de la creación de nuevos proyectos, que
tengan que ver más con la educación de
las personas que apoyamos, incluyendo sobre todo a los niños que son el futuro
del mañana.
Enfoque
Sofía Bardales
Jóvenes voluntarios en acción
Actualmente en nuestro Perú afortunadamente,
los jóvenes tienen la gran oportunidad
de poder pertenecer a grupos de
voluntariado de ayuda social, gracias a que los jóvenes se están
interesando más por el bienestar de las personas con menos recursos. Los jóvenes
participan en las organizaciones como
voluntarios y entregan alma, vida y corazón. Hay muchas organizaciones como: un Techo para mi país , Kurame , CompArte
, Make a wish, Unicef ,entre otras ;la mayoría de estas organizaciones realizan
proyectos de educación para niños , jóvenes ; así mismo apoyan a personas
enfermas , coleccionan ropa para ellos.
La organización Un Techo para mi País, Se
caracteriza por ser una organización diferente a las demás, porque no solo
tienen talleres de apoyo escolar para niños y jóvenes, alfabetización para adultos, capacitación en
oficios básicos y formación laboral, apoyo para el desarrollo de emprendimientos
y de proyectos comunitarios; sino que construyen casas en conjunto con los
pobladores de la comunidad. Fue creada en 1997 por un grupo de jóvenes que comenzó a trabajar “por el sueño de superar la situación de pobreza
en la que vivían millones de personas”. Lo bueno de esta organización es
que los pobladores trabajan en equipo con los voluntarios para mejorar su
bienestar, no solo reciben alegría sino que valoran su esfuerzo y se empeñan en
seguir mejorando, además que se relacionan más con los voluntarios y estos se identifican con los
problemas de los pobladores, esto los impulsa a seguir apoyando constantemente
con las actividades de la organización.